Después de un fin de semana de calor de verano, el lunes vuelve a cambiar el tiempo, cae el termómetro. Pasamos del frío al calor en menos de una semana como si tal cosa. Guardamos los abrigos y de pronto los volvemos a sacar, nos ponemos manga corta y ahora, con chaqueta.
Es verdad que en España, va dejando de ser habitual el entretiempo, somos más de mucho frío o mucho calor y en los últimos años se nota más.
Los cambios son más drásticos y a gran parte de la población le afecta a su salud. Quién no ha oído decir a su madre o a su abuela aquello de "me duele el cuerpo, va a cambiar el tiempo" o "la primavera, la sangre altera".
Hay mucha bibliografía que avala esas alteraciones de las que habla la gente y ahora por primera vez todos esos cambios que afectan a nuestra salud física y mental se han reunido en una sola obra.
Mar Gómez, doctora en Ciencias Físicas y meteoróloga, es la autora de esa recopilación en 'Meteorosensibles'. Con ella, nos tomamos el primer café de la mañana para saber cómo afectan esos cambios de tiempo y desmonta o afirmar algún que otro refrán sobre el tiempo.
¿Qué es ser meteorosensible?
"Personas que tienen una cierta sensibilidad ante los cambios de tiempo para que se agraven ciertas enfermedades o patologías que ya padecen", explica Gómez, que estima que "del 30% al 60% de la población lo es".
La ciencia médica lo lleva estudiando desde el siglo pasado, pero ya en la Grecia antigua se hablaba de cómo un cambio de tiempo podía alterar "el humor del cuerpo". La parte más llamativa es la de la salud mental porque "todos sabemos que cuando cambia el tiempo nos pueden doler heridas, pero la salud mental no estaba tan vinculada y es la parte más interesante. Esos síntomas de ansiedad, depresión se pueden ver agravados con esos cambios de tiempo".
¿Por qué me duelen los huesos cuando cambia el tiempo?
Sobre si este tipo de frase es más mito o realidad, la experta asegura que es perfectamente posible porque lo que la gente percibe es un cambio en la presión atmosférica, no tanto si va a llover o no: "El tema es que la lluvia viene vinculada a las borrascas y las borrascas suponen un cambio en la presión atmosférica, ya que con ellas, esta baja".
Cuando se aproximan borrascas o tormentas se produce un cambio en la presión atmosférica que nos puede afectar de dos maneras:
Con los problemas articulares: artrosis y artritis.
Con las migrañas: se ha demostrado que los cambios de presión atmosférica hacen empeorar a las personas que padecen síntomas de migrañas.
También explica que cuando llega ese cambio de presión, salimos menos a la calle y al salir menos, movemos menos las articulaciones y "es la pescadilla que se muerde la cola", pero en general, está demostrado que esos cambios de presión nos afectan de estas dos formas: articulaciones y dolores de cabeza.
¿Qué es el trastorno afectivo-estacional?
Este es un trastorno que afecta al 1% de la población y aparece en las interestaciones, pero es bastante más común cuando nos encontramos en los meses de otoño, cuando disminuye la luz solar.
"Al tener menos luz solar, disminuye la vitamina D que recibimos del sol y está muy relacionada con la serotonina, un neurotransmisor que regula nuestro estado de ánimo. Hay un porcentaje de la población que en esos meses otoñales se siente más desanimado y alicaído y es por esto, hay una causa hormonal y física", explica Gómez.
En la primavera puede ocurrir, pero es menos común. De hecho, puede suceder lo contrario: que con el aumento de horas de luz nos sintamos más eufóricos y con más ganas de hacer cosas.