El mundo vive pendiente desde hace casi un año de las vacunas del coronavirus. En un tiempo récord, gracias a una inversión sin precedentes, se consiguieron resultados. Pfizer, Jansen, Moderna… las vacunas han demostrado ser esenciales para combatir la pandemia que ocupa y preocupa a la gran mayoría del mundo.
Hay otras enfermedades, en cambio, para las que, a pesar del paso de los años, seguimos sin tener vacuna eficaz. Pensemos en el sida, la malaria o la tuberculosis, una enfermedad que mata tanto o más que el coronavirus, pero que se ceba con los más pobres y apenas existe en los países ricos. Tal vez por eso no le prestemos la atención que merece.
Carlos Martín Montañés es catedrático de Microbiología en la Universidad de Zaragoza, dirige el Grupo de Genética de Micobacterias desde 1992, y lleva más de 25 años persiguiendo que la vacuna que ha creado contra la tuberculosis esté en el mercado.
En su conversación con Jaime Cantizano, Martín Montañés ha confirmado que la vacuna del coronavirus ha demostrado que "si se quiere, se puede" acelerar el desarrollo de una vacuna.
También ha confirmado que "la cabezonería" es una cualidad importante para quienes se dedican a la investigación y le hemos felicitado por la Medalla del Justicia de Aragón, una distinción que recibirá el próximo 20 de diciembre por su excelencia profesional.