En Por Fin no es lunes hemos podido charlar con Raquel Valiño, una vecina de la María Pita en A Coruña donde el reloj del Ayuntamiento, recién restaurado, no deja de dar campanadas día y noche, los cuartos, las medias incluidas.
Cada madrugada, mientras intentan dormir, el campanario de la Plaza empieza a sonar y hasta las repite. Cuando pasa un minuto después de haber sonado las campanas con las horas, el reloj repite. Cada noche, cada hora, cada cuarto de hora. Esto está provocando en muchos vecinos la desesperación.