Sara Escudero reflexiona esta mañana en 'Por fin no es lunes' sobre la evolución del amigo invisible, una tradición cuya esencia, dice, ha ido desvirtuándose y degenerando con el transcurso de los años.
¿En qué consiste el amigo invisible?
El amigo invisible es un juego popular mediante el que se realiza un sorteo para, de forma anónima, realizar un regalo a la persona escogida por el azar. Habitualmente, se celebra en ámbitos reducidos y en algunas regiones, suele ser el juego estrella de comidas y celebraciones en fechas navideñas. En principio, nadie debería saber quién ha hecho el regalo a pesar de que, con frecuencia, emanan las elucubraciones.
Por su parte, Sara Escudero, explica que, aunque no tienen nada en contra de esta práctica, quiere que seamos conscientes de la esencia que subyace tras el juego.
"El amigo invisible sirve para que la persona que regala se deshaga de algo que a ella le dieron y que no quiere", expone Sara apuntando que "como el amigo es invisible y, por tanto, no lo ves, va ha hacer un regalo mierder".
El origen del amigo invisible
No obstante, esta tendencia de los últimos años no siempre fue así. "Con el paso del tiempo nos hemos encargado de tergiversar la esencia del amigo invisible cuyo origen algunos sitúan en Venezuela, otros en los países nórdicos y otros en Estados Unidos", explica Sara.
En cualquier caso, la versión más generalizada es la que sitúa su origen en Venezuela, probablemente entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Por aquel entonces, las mujeres venezolanas casadas o comprometidas no podían tener amigos "por aquello de los cuestionamientos sociales o del machismo, vaya". De manera que amigas y amigos optaron por reunirse para realizar un intercambio de regalos. Esa tradición se denominaba compadre secreto de papelito debido a que se escogía aleatoriamente el nombre de una persona al sacar un papel escrito de un recipiente. De este modo, se les permitía mantener el contacto con sus amistades, independientemente de su género.
Sin embargo, Sara considera que "hemos desvirtuado esta esencia".
"Somos unos ratas: el primero propone un gasto de 20 euros, el segundo dice que mejor 10 euros ,y ya el hippie del grupo pregunta si puede ser algo hecho por nosotros mismos", comenta Sara entre risas apuntando que, de esta forma, "un amigo invisible puede romper una amistad forzada; te le quitas de encima con algo que te has encontrado en la calle".
