El desabastecimiento en Reino Unido está generando imágenes inimaginables en un país europeo: colas en gasolineras y peleas entre consumidores, falta de productos en supermercados o farmacias y hospitales dando la voz de alarma. Reino Unido no midió adecuadamente uno de los efectos del Brexit y hoy día vive un problema que probablemente se incrementará a partir del mes de noviembre, con la llegada del frío.
¿Cuáles son los problemas a los que se enfrentan los transportistas?
En Por fin no es lunes, hablamos con José Garro, transportista que lleva desde el miércoles en ruta hacia Reino Unido y que este mismo sábado ha cruzado el Canal de la Mancha. Explica que la situación ha cambiado muchísimo y que es la primera vez en sus 20 años viajando al país que se encuentra un panorama como el actual: "Hemos decidido, incluso, repostar en el lado francés por miedo a no tener dónde hacerlo por la falta de combustible".
Describe cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan en ruta: falta de productos, de combustible, colas en el Eurotúnel. Asegura que tienen que ser "vigilantes" porque el problema de la inmigración continúa estando allí: "el número de rutas ha bajado por el miedo a tener problemas allí". También reconoce que aunque las condiciones laborales de sus compañeros británicos han mejorado debido a la falta de conductores, en sus empresas también se observan las consecuencias de la escasez de transportistas.
"Si me ofrecieran trabajan en Reino Unido, no creo que lo hiciera porque llevo más de 20 años viniendo aquí y lo que estoy viendo ahora no lo había visto nunca", sentencia.
En noviembre la situación probablemente se agravará
José Ángel García Gómez, director de Márketing de SP Solutions, empresa con más de 200 rutas internacionales y experta en productos de alimentación, afirma que no saben qué sucederá en Reino Unido cuando llegue el frío: "Seguramente, los problemas se incrementarán cuando se queden sin productos propios". Y es que la principal huerta de Europa está en España: Murcia, Almería, Alicante o Huelva exportan numerosos productos frescos a nuestros vecinos ingleses y el problema cuando llegue el invierno es no saber cómo se les va a poder abastecer.
"Todo ha cambiado, ahora hay que sacar una serie de permisos, números y códigos; nuestros camioneros se han convertido en administrativos que tienen que conocer todos los documentos que necesitan. Estamos volviendo a los tiempos de antes de entrar en el Mercado Común Europeo y es una pena porque es un retroceso; se vuelve todo más complicado", explica.
El problema es que no hay relevo generacional
Por su parte, Ramón Valdivia, director de la Asociación de Transportistas Internacionales por Carretera (ASTIC), asegura que el principal problema es que no existen conductores jóvenes que tomen el relevo de los de mayor edad a los que les falta poco para retirarse. Actualmente, hacen falta en España alrededor de 5.000 transportistas y en los próximos cinco años, esa cifra se puede ver incrementada en 15.000 conductores. "Las medidas desesperadas que el Gobierno de Boris Johnson ha tomado, las vamos a tener que tomar en España porque no vienen nuevos jóvenes. Nos vamos a ver abocados a lo mismo si esto no cambia".