Afirma que allí hay normalidad absoluta y que la gente no está alarmada por el coronavirus.
Asegura que hay más de 4.000 personas en espera para hacerse la prueba y cree que los datos no son reales. Explica que la poca conciencia sobre el virus puede deberse a que la gente allí no está tan pendiente de las noticias y por que el mismo presidente del país ha quitado hierro a la crisis mundial por el coronavirus.
Cuenta que el próximo lunes cierran los colegios en México, pero afirma que la gente se lo está tomando como unas vacaciones. "Me siento frustrado porque no se cómo hacer que la gente vea que el coronavirus está en México", relata.
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