En Esto te va a sonar rescatamos el sonido que esconde la historia del detective privado más famoso del mundo. En Por fin no es lunes hablamos de Sherlock Holmes, un ser astuto, inteligente, que toca el violín y que comparte piso con un gran amigo. Sherlock nació de la pluma del escritor escocés, Arthur Conan Doyle, quien el 22 de mayo hubiera cumplido 165 años.
Arthur Conan Doyle no era escritor sino médico, pero tenía tan pocos pacientes que dedicaba su tiempo a escribir. Su primer libro fue un fracaso, numerosas editoriales lo rechazaron hasta que por fin fue publicado por un anuario. Así nació Sherlock Holmes cuyo nombre original fue Sherrinford, en homenaje a dos jugadores de criquet. Al parecer el escritor se inspiró en un profesor de la Universidad de Edimburgo para crear el personaje. Aquel profesor era médico y tenía una gran capacidad de observación y de deducción, al igual que el detective. Con solo echar un vistazo a un paciente podía diagnosticarlo antes de hacerle un reconocimiento médico.
Sherlock Holmes siempre estuvo acompañado por su inseparable amigo y compañero de piso, el doctor Watson. Ambos vivían en el famoso apartamento 221b de Baker Street, que nunca existió. Allí llegaban las cartas de sus fans pensando que el personaje era real. Claro que acababan siendo remitidas al domicilio del propio escritor que llegó a involucrarse en la investigación de distintos casos.
El éxito de Sherlock fue tan grande, que Doyle acabó odiando al personaje, llegando incluso a matarle en varias ocasiones. Aunque la presión fue tan grande que tuvo que volver a resucitarlo en varios de sus escritos.