Querida Andrea, escucharte me ha invitado a callarme y si me callo, que siga la música, porque al quinterizar las emociones e interiorizar todo lo que percibo de él en ella, todavía me emociono.
Como por ejemplo la mirada, la sonrisa, la sabiduría de andar por casa. Hacer un índice de las virtudes de tu padre, entiendo que ha sido una tarea muy difícil, así que quedémonos con la intuición de que tú también la has heredado.
Las 'quinteradas', los despistes, el ensimismarse, sobre la vida, sobre lo bueno, lo malo, en todas las cosas, en las sencillas, ahí se le recuerda. El homenaje es todos los días.
Jesús crecía en el corazón, lo hacía sin tabúes. La esencia del Quintero en la colina, ondulado, platónico, frente a la cámara. Se fue pensando en la próxima entrevista y muchos entrevistados todavía siguen pensando en esa entrevista que ojalá hubiera sido.
Entrevistas para escuchar con curiosidad, sin interrogar, dejando salir esa vulnerabilidad y el aprendizaje. "Que esto te va a construir", son aquellas frases que se le quedan a uno de un padre, de una madre, para siempre, porque él fue el transistor del sufrimiento para muchos.