Gonzalo Olmos tiene veinticinco años y ha conseguido plaza para ser registrador de la propiedad en Cangas de Onís (Asturias). Una hazaña que ha realizado en dos años y medio, cuando el propio Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España cifra el tiempo de preparación necesario en unos cinco o diez años.
De pequeño quería ser médico, pero pronto supo que su camino iba por otro lado. Fue mientras cursaba la carrera de Derecho en la Universidad de Deusto cuando se enamoró del derecho mercantil y decidió opositar. Primero se preparó y se presentó a las oposiciones para ser notario, un examen que acabó suspendiendo.
El suspenso le hizo pasar una mala racha psicológica que superó gracias a su empeño. Tras el bache, decidió opositar para ser registrador de la propiedad en una promoción en la que se presentaron ochocientas personas.Gonzalo Olmos ha sido una de las cuarenta y seis que finalmente han conseguido plaza. Un hecho que le convierte en un joven intrépido.