Millones de ciudadanos están en el empeño desafiar, en la medida de lo posible, a la sombría realidad. Pese a las señales extraordinariamente negativas (subida de precios, las guerra o las compañías aéreas), hay un claro empeño en sobreponerse y poder celebrar todo aquello que se nos ponga por delante.
Ayer, las imágenes de playas llenas a rebosar o la sensación recibida en nuestra visita Navarra.
Pero no solo los españoles estamos dispuestos a devorar este verano 2022. En Málaga, 7 de cada 10 turistas en este arranque de verano son internacionales.
Con todo en contra, está clara la intención de millones de europeos. Es una reacción extraordinariamente humana ante la posibilidad de vivir emparedados entre una crisis y otra.
¿Apuesta para estos próximos días, semanas y meses?: Bailemos, si hay algo que celebrar, hasta que nos quiten la música.