No sé si tiene esa sensación, esa sensación de remate final. Han sido unos apacibles días, unas apacibles jornadas de puente de la desconexión en contraste con una volcánica actividad política, la hecatombe de la Selección Española en el Mundial o unas intensas lluvias.
Aunque algo nos dice que el recuerdo del Puente de la Constitución va a desaparecer rápidamente, pero las decisiones tomadas, las reacciones y las consecuencias nos van a ocupar las próximas semanas, meses y a lo mejor mucho más.