"Leer un libro enseña más que hablar con su autor porque el autor en su libro sólo ha puesto sus mejores pensamientos". Esto lo dejó escrito Descartes. Para el creador también ha supuesto un enorme esfuerzo, un acto de generosidad de abrir la puerta a una intimidad en la que desconoce a quién se dirige y cómo le va a juzgar.
Yo creo que es un acto de comunicación, fundamentalmente, y también un acto extraordinario de libertad. La desaparición de un escritor, un pintor, un compositor, un director de cine o un gran actor es siempre una tristísima noticia para sus allegados, la familia, los amigos, también para los seguidores y amantes de sus creaciones. Incluso para aquellos que no estimaran especialmente su obra.
Es una triste y mala noticia para todo aquello que representa ese concepto que manejamos que se llama cultura, y en esencia, para aquello que se llama y denomina la libertad.