España y también Italia se mantienen como los dos países europeos con menor incidencia en los últimos 15 días mientras la situación se complica en el resto del continente.
Austria anuncia un nuevo confinamiento de la población, mientras sus hospitales vuelven a estar colapsados -volvemos a hablar de hospitales colapsados- y en Alemania se califica la situación de extrema.
Seguro que lo recuerda. Hace sólo un mes eran los países del este europeo los señalados por su alta incidencia y realmente a pesar de los millones y millones de datos manejados y estudiados, el dinero invertido y el esfuerzo científico que se lleva a cabo, da la impresión de que es muy complejo definir cuál será nuestra situación y la de Italia dentro de cuatro semanas.
De la misma manera que un último estudio publicado por la revista Science vuelve a situar en el mercado de Wuhan -concretamente en un vendedor- el primer caso registrado de este virus, contradiciendo la última versión de la OMS, que señalaba como primer infectado a un contable ajeno a tan popular punto de encuentro.
Ni siquiera aún hoy tenemos una respuesta definitiva al momento concreto en que el virus comenzó a circular. A pesar de ese permanente desconcierto en el que nos mantiene el coronavirus y su manera de adherirse a lo cotidiano, creo que conviene no olvidar que se está ganando la batalla gracias a un esfuerzo conjunto que va a necesitar aún más tiempo.