Quiero analizar y hablar de algo que está ocurriendo este fin de semana. Este es uno de los primeros fines de semana en los que -parece anecdótico, pero indica mucho- España se vuelve a divertir a través de grandes citas televisadas en directo. Citas forzadas en los últimos dos años o bien a retrasarse, a limitarse, a reinventarse y en algunos casos a suspenderse.
Anoche, el Benidorm Fest y los Premios Feroz en paralelo ofrecieron imágenes televisivas en directo, esa es la diferencia de lo que para nosotros y para los protagonistas eran antes del 2019. Hoy será el turno de la final de Rafa Nadal en Australia con un recinto a rebosar y los abrazos y esa cercanía física de los jugadores durante y al final del encuentro.
Las miles de personas del público de anoche en el Benidorm Fest saltaban juntas y bailaban cada una de las canciones. Todos con mascarilla, eso sí. Artistas, jurado y presentadores se desenvolvían y relacionaban con la desenvoltura de antes y así lo estábamos viendo a través de la emisión en directo.
Y en los Premios Feroz, igual: alfombra roja y posterior entrega de galardones, también tenía ese aire de aquello que fueron antes de marzo de 2020. Luego los Goya y podríamos seguir hablando de acontecimientos de fin de semana, incluso a llegar hasta los Sanfermines, cuyo alcalde desea alargar la celebración tres días más.
Y todo ello lo vamos a vivir en directo. Vamos a vivir en directo cómo se certifica que las cosas han cambiado definitivamente.