Hace unos días, era Borrell quien invitaba a bajar las temperaturas en las viviendas de Europa para hacer frente a la situación energética planteada por la guerra de Putin.
Ahora es la Agencia Internacional de la Energía la que ha presentado diez medidas que conducirían al ahorro de 2,7 millones de barriles diarios.
Entre otras, propone impulsar el teletrabajo tres días a la semana, declarar los domingos 'Día sin coche' en las ciudades, promocionar el compartir coche, que los empleados vayan caminando o en bicicleta al trabajo, o reducir la velocidad de circulación en autopistas al menos en 10km/h.
De partida, todo aquello que empieza con la fórmula '10 medidas o 10 consejos para', no sé, 'triunfar en tu profesión, perder peso, ser feliz', o en este caso para 'ahorrar petróleo', a mí ya por lo menos me genera un cierto rechazo.
Se agradece la buena voluntad de la Agencia Internacional de la Energía, pero en este momento su planteamiento teórico se da de bruces con un buen número de autónomos y familias que hace meses superaron su umbral de resistencia.
Ellos ya saben de qué va el ajuste real y seguro que desde hace meses vienen implementando estas u otras medidas similares a las planteadas por esta agencia. Y es que no hay nada como enfrentarse a la realidad y a las facturas diarias.