La mala educación, esa costumbre que me niego a aplicar a los españoles -aunque destacamos en el ránking-. Esa costumbre de no cumplir con los horarios.
Terminamos una semana cruzada por la celebración del 12 de octubre y ese serio problema de definición de una festividad que no se por qué, pero acabamos siempre poniéndole el 'aplausómetro' a unos pocos y hablando de la raza fluida del borrego de la Legión, que no cabra.
Semana con muestras claras de nuestro gusto por el humor negro. Defender que la subida de precios se ha moderado porque el IPC de septiembre baja al 8,9% es casi un insulto cuando los alimentos se han encarecido un 14,4%.
Humor azul oscuro casi negro también cuando se habló de darse una última oportunidad como las parejas tras el súbito golpe de amor dialogante de nuestros líderes en su intención de renovar el Poder Judicial.
Y también terminamos una semana con una mala noticia para los ermitaños de espíritu. Hay que hacer un esfuerzo por llevarse bien con el prójimo porque el 15 años seremos muchos más en el territorio que ocupamos. Cinco millones más en 2037 según el INE. Si ya no nos aguantamos los que estamos, no quiero pensar en 2037.