Corría el año 1979. Una Rosa Bonet adolescente de 16 años y aficionada al fútbol se plantó en el Colegio Castellano de Árbitros (ahora de Madrid) para presentarse a las pruebas, se había convertido en la primera mujer aspirante a ser árbitro. En el Colegio trataron de disuadirla de acceder al puesto: "a lo mejor por ser mujer te violan", la intentó asustar el presidente. Se inventaron un examen práctico para ella y la suspendieron, pero el siguiente curso que se presentó aprobó.
José Luis Llorente comenta que ha sido todo un logro incluir a las mujeres en el fútbol ya que antes ellas no acudían ni como espectadoras. Él fecha la inclusión de las mujeres en este deporte alrededor de los años 90 mientras que en el baloncesto lo habían conseguido una década antes. Nos trae el caso de la madrileña Pilar Landeira, primera mujer árbitro de la liga ACB.
Rosa Bonet reconoce que la sociedad avanza con las mujeres, pero denuncia que todavía las árbitras sufren discriminaciones. Según su experiencia, a ellas no se las insulta más que a los hombres árbitros, pero sí de forma diferente, con un: "vete a fregar". Y añade que en España, cuando una mujer llega a 3ª división la dirigen hacia la categoría internacional femenina, es decir, sólo pita a mujeres "para quitárselas de en medio". Esto, señala, no es la norma con los árbitros hombres.
