Es cierto que hay objetos como el prospecto que va a tender en desaparecer por una razón ecológica. Un objeto que tiene efectos secundarios al igual que otros como el contrato que es conocido como un digesto donde hay contrato, cambio de promesas o promesas cambiadas. Este concepto se remonta al derecho romano de la época imperial que reconocía dos fuentes de obligaciones: los contratos y los delitos. A pesar de ello, el primer contrato que se estableció fue el verbal aunque se decidió presentarlo por escrito y, de esta forma estamos rodeado de contratos: receta, ticket o un juego de llaves cuando la prestas.
De todos los objetos con efectos secundarios, el columpio puede ser el más interesante que se recetaba porque Hipócrates, el padre de la medicina, tenía una receta para que las jóvenes griegas conservaran su figura, columpiarse.
