Alaska habla de su "complicada" relación con los peluqueros. Su abuela decidió que debía cortarse el pelo cuando era niña y, con apenas 14 años, tras una mala experiencia, decidió no volver a la peluquería hasta finales de los 80.
Cuenta cómo ella era capaz de hacérselo todo ella sola y que, tras volver, se dio cuenta de que "había perdido la mano". Escuchamos también las experiencias de los oyentes en las peluquerías.