Pablo Pombo reflexiona en 'Por fin no es lunes' sobre el cambio de fase en la pandemia. "Entramos en un mes que puede devolvernos el sentido de la perspectiva que hemos venido perdiendo. Voy a cometer dos pequeños pecados. Primero, siempre hablo de la próxima semana en términos de actualidad, hoy hablaré de esta semana en términos de conversación. Segundo, voy a correr el riesgo de confundir mi mundo con el mundo, la anécdota con la categoría", dice.
El colaborador explica que ve en su entorno social que "la imposibilidad de salir de la región durante las vacaciones ha multiplicado la fatiga psicológica". "Comprendo el agobio, pero me preocupa. Me preocupa porque estamos perdiendo el sentido de la perspectiva. Esto es difícil pero es mucho más tolerable que hace un año, deberíamos verlo claro. Tendríamos que encontrar cierta manera de disfrutar lo que tenemos, incluso de agradecerlo", indica.
¿Tenemos como sociedad más puntos que se nos están alterando?
Se dice a veces que hemos normalizado, aceptado como digerible el número diario de fallecidos. "Yo más bien tiendo a pensar hemos perdido, o quizá hemos preferido invisibilizar, el valor real que tiene cada vida humana. Al hacerlo, como país, hemos aceptado que se apaguen también el resto de números. Y así es difícil comprender lo que está pasando", explica. Por ejemplo el hecho de que en lo que va de año se hayan producido un tercio de los fallecimientos de la pandemia y el 40% de los casos.
Las cifras cuentan que lo peor no está tan atrás como pensamos. A su vez, la invisibilización de los números convive también con la negación de la evidencia científica. "Eso nos desarma frente al futuro en el ámbito de lo práctico", declara.
La cuarta ola que tiene confinados a nuestros vecinos no sabe de fronteras. El adversario ahora es más contagioso y más letal, más peligroso, afecta más a los jóvenes. Y tendríamos que defendernos mejor.
El cambio de fase en la pandemia
Cuando Pombo habla de cambio de fase en la pandemia se refiere a la cuarta ola. "Al momento delicadísimo que viene. Pero también a las vacunas porque después de una lentitud injustificable, parece que las vacunas pueden llegar en grandes cantidades y esa oportunidad no se puede desaprovechar. También la esperanza cambia de tiempo. Esa es, o puede ser, la gran noticia", afirma.
