Es algo que saben bien los jueces y fiscales. Cada día a sus juzgados llegan decenas de contenciosos por conflictos en la pareja. Divorcios, pleitos por custodia de los hijos, pugna por herencias, por maltrato…
Y los contendientes que tiempo atrás se amaron y respetaron, cuando cambia y se giran las tornas, parecen sacar lo peor de sí mismos. Tanto es así, que lo habitual es que se contraten detectives privados o sistemas de grabaciones para obtener pruebas con las que doblegar ante el juez va quien antes fue tu pareja y con la que ahora te disputas hijos, bienes y dinero.
En Piel de Policía, hablamos con el perito judicial informativo forense Bruno Pérez, que colabora con jueces, fiscales y policías de toda España para averiguar quién miente, y quien no cuando los amantes se vuelven directamente enemigos.