Carlos Quílez nos descubre en Piel de policía de Por fin no es lunes una de las mayores operaciones contra la droga que se han hecho en los últimos años. Lo que les vamos a explicar hoy es una historia criminal de película. Casi una historia de novela de ficción. Pero es real.
Los servicios de inteligencia del FBI crean una dispositivo telefónico que incluye un sistema operativo de encriptación que hacia imposible pichar las conversaciones. El FBI lo crea y lo coloca hábilmente en el mercado negro para que este sistema operativo llegue a manos de importantes capos mundiales de la droga. Si, el FBI quería meterles un caballo de troya. Y lo consiguió.
Los capos de la droga en Australia picaron del anzuelo y encantados con la adquisición de “tan magnífica herramienta criminal” la extendieron a diversos capos y redes del narcotráfico de medio mundo. Así, el FBI, durante meses, ha escuchado en primer plano a destacados capos del narco hablar, desinhibidos, de sus fechorías criminales.