Este hombre, José, respondió muy bien a dicho tratamiento. Durante los seis siguientes días, el paciente informaba a sus hijos de que cada vez se encontraba mejor. Pero el día 6 de abril todo se truncó. Esa noche, un médico llamó a la familia diciendo que José, había muerto. El medico no era tal. Era un impostor. Un cara dura que falsificó su carnet de colegiado para ingresar en el cuadro de facultativos del hospital.