El analista político, Ignacio Varela, ha reflexionado esta semana sobre las consecuencias de pasarnos el día hablando o escuchando hablar de política en España. En otros países, como Dinamarca, la conversación no gira en torno a ello, por eso ''cabe preguntarse si este tipo de conversaciones indican algo sobre la salud política de un país''.
Ignacio Varela ha asegurado que ''existe una relación directa entre la toxicidad de la vida política y la contaminación de la conversación''. En los países políticamente sanos se habla poco de los gobiernos, los políticos o los partidos, interesan más las medidas que se toman en cada área. El sospechoso de sábado ha citado algunos ejemplos de países con esa salud ''en Europa, los países nórdicos, en Norteamérica, Canadá, y en Latinoamérica, la política en Uruguay o Costa Rica es comparativamente más saludable que la de sus vecinos''
En el lado contrario estarían Estados Unidos, Argentina y España ''como mínimo tenemos la medalla de bronce de la política insalubre''. Ha destacado también lo que sucede en las tertulias y en las columnas ''si quieres que tus piezas tengan éxito tienes que llenar el artículo de nombres propios y usar muchos adjetivos''. De hecho, ha desvelado que los nombres más eficaces para tener muchos clics son Sánchez y Puigdemont ''los políticos más polarizadores de España''.
