Se aproximan las elecciones autonómicas y municipales de mayo, y se intensifica la polémica entre los partidos sobre la sanidad. Hace unos días, hubo una gran manifestación en Madrid para protestar por la situación sanitaria en esta comunidad y la oposición parece hacer de este tema su principal argumento contra Isabel Díaz Ayuso, quien replicó diciendo que la manifestación era política ¿cuánto hay de cierto y cuanto de impostado en este debate?¿es mucho peor la sanidad en Madrid que en cualquier otro territorio de España o en todas partes?¿tenemos motivos para preocuparnos por la situación de la sanidad en España?
"Cuando oigo que la sanidad es una cuestión política pienso: aleluya", afirma Ignacio Varela porque "eso nos acerca a la normalidad democrática". Bajo esta premisa, el debate empezaría a girar en torno a cuestiones "sustantivas" como la sanidad o la educación, mientras se olvidan los adjetivos comunes en la política del siglo XXI, como 'filoetarra' o 'fascistas'. Aún así, asegura el experto en política, "con frecuencia, el debate sobre los sustantivos, se contamina también de los vicios que envilecen el de los adjetivos" cuando "las consignas y los ripios sustituyen a las ideas que, entonces lo que se hace, es política para idiotas", algo que "está pasando con la sanidad".
Es normal que la sanidad sea un tema que cale de manera muy profunda en la sociedad, porque es algo que afecta a todos en mayor o menor medida, normalmente progresiva en función de los años, y por los antecedentes que se han dado en los últimos años, respecto a la pandemia. Ignacio Varea explica que "2 de cada 3 personas mayores de 55 años, tienen alguna enfermedad crónica", por lo que las visitas al médico se convierten en más frecuentes respecto a las de los jóvenes y, además, en una sociedad con un alto nivel de población envejecida como la española "seríamos insensatos si no nos preocupara la sanidad" algo que no es lo mismo que "condena". Los españoles siguen estando satisfechos del sistema sanitario, opina el autor, ya que el 60% tiene una visión positiva respecto al funcionamiento del sistema sin discernir en opiniones de los diversos territorios.
Ignacio Varela explica que, antes de la pandemia, España alardeaba en cierto modo del sistema sanitario que tenía aunque no era cierto; después concebíamos nuestro sistema sanitario "como si fuera el de algún país del centro de África", algo que también era falso; y, por último, "lo más falso de todo" es que la sanidad sea mucho mejor en las comunidades donde gobierna un partido frente a otras donde se encuentra uno de sus homónimos parlamentarios. "En la sociedad española, la sanidad como servicio público, universal y gratuito es un patrimonio colectivo que no discute nadie. No hay un problema ideológico en la sanidad sino de eficiencia", recalca, y añade que "ningún gobierno de ningún partido se atrevería a deteriorarla aposta porque sería un suicidio político y ninguno con dos dedos de frente desmantelaría la sanidad privada" porque es inconstitucional y crearía un "colapso" en la pública.
Las diferencias entre la sanidad entre los diferentes territorios, comenta Ignacio Varela, "deben más a la estructura social de cada uno que al partido que gobierne", por ejemplo en Madrid y en Barcelona se obtiene una cierta ventaja porque se encuentran los mejores hospitales y especialistas pero tienes muchos pacientes que produce más demanda, más saturación y más colapsos. En cambio, explica, en otras comunidades de España es al contrario porque es un territorio extenso pero tiene unos núcleos de población que se encuentran muy dispersos, lo que hace que no haya centros de salud cerca de algunos núcleos minoritarios. "Así que, si te da un infarto, será mejor que te pille en una gran ciudad, pero si vives en una gran ciudad y vas al médico de familia, este no tendrá más de 5 o 6 minutos para atenderte, y si vas a urgencias en un fin de semana es probable que aquello esté abarrotado", ejemplifica.
Además, añade otro ejemplo como es en la zona costera de Benidorm, una ciudad con 70.000 habitantes que se convierten en 400.000 en verano. En las zonas donde predomina el turismo, la población se multiplica durante 3 o 4 meses al año cuando se desborda la sanidad con el problema añadido de la imposibilidad de obtener el historial clínico del paciente porque es extranjero.
Esta situación viene dada por las estadísticas que "sirven más para engañar que para aclarar", donde se puede elegir el dato que más convenga. "Es inútil negar que Madrid tiene un problema dramático con la atención primario, como otras regiones lo tienen con la carencia de recursos humanos y materiales de la mejor calidad". Para el sospechoso "lo que tenemos en España es una gran confusión en el modelo, una cosa es descentralizar la gestión y otra que el estado renuncie a tener una política sanitaria nacional aunque solo sea porque la sanidad está ligada a la investigación científica y a la producción farmacéutica que no son sanitarias. Está bien tener 17 órganos de gestión sanitaria pero no 17 políticas sanitarias".
Para finalizar, Ignacio Varela envía un mensaje donde envía una petición a las figuras políticas: "Señoreas y Señores de la política ¿podrían ustedes realizar por favor un debate sobre la sanidad que sea sano y sea honesto? Sería un gran incentivo si nosotros, los ciudadanos, premiásemos con el voto al que por lo menos lo intente".