En las últimas semanas, se nota una pulsión distinta en la calle. Hay una necesidad de divertirse casi fisiológica. Un imperio de la alegría que casi te hace pensar que vivimos un momento tan bueno que nada debemos dejar pasar.
Por esto, Ignacio Varela explica en Por fin no es lunes por qué existe esta sensación: "Aunque un economista te diría que con la inflación el personal se asusta y se contrae el consumo, es verdad. Se nota en el ambiente que hay ganas de disfrutar aunque sea con menos dinero porque disfrutar no es lo mismo que gastar".
Nuestro sabio de Por fin reflexiona durante su análisis sobre la alegría, la tristeza y sobre qué es lo que puede coartar estos dos estados de ánimo y de qué los tenemos que defender.