El castellano es una de las lenguas más enriquecidas del que provienen una inmensidad de palabras y expresiones que nos ayudan a plasmar diferentes sensaciones, pero también podemos encontrar palabras malsonantes, o eso creemos. Cuando pensamos en el argot de los tacos, las palabrotas, ¿siempre son malsonantes?¿se pueden decir en cualquier momento?
Según Ignacio Varela, "se supone que los tacos son la parte más vulgar del lenguaje pero, a la vez, manejarlos con propiedad marca el máximo umbral en el dominio de una lengua", una práctica muy difícil porque, asegura, "meter el taco en el momento justo requiere al menos dos condiciones" donde, en primer lugar, sería "hacerlo en tu lengua natal" y, en segundo lugar, "el taco ha de salirte natural, y esto se aprende desde pequeño". "Yo no sé si el español es el idioma que más tacos o palabrotas tiene, sí estoy seguro que nadie dice tantos tacos como los españoles y que nuestros tacos tienen una extraordinaria complejidad semántica y variedad de matices", afirma.
El trasfondo de estas palabras llega más lejos de una simple palabra malsonante puesto que, comenta el colaborador, es más frecuente saludar a una persona que no ves desde hace mucho tiempo con estas palabras, con una "retaíla de tacos para expresar la alegría más intensa", que utilizando un lenguaje lícito hoy en día.
"Todas las palabrotas en su sentido literal se relacionan con tres cosas: con la blasfemia, con el sexo (específicamente con los órganos sexuales) o con lo escatológico. Pero, en el habla cotidiana, se independizan por completo de ese origen", recalca Ignacio Varela. Algunas de esos tacos son una práctica que se utiliza normalmente entre 10 y 20 veces al día, según el autor, y que no tienen que ver con estas categorías tan obscenas sino intervienen como "palabras multifunción. Generalmente sirven como interjecciones de alegría, sorpresa, enfado o cualquier otro sentimiento".
Este es un aspecto de nuestra lengua que no se queda apartado, hay autores como camilo José Cela que escribió el 'Diccionario secreto', "una obra monumental, inacabada, repleta de referencias literarias sobre las palabras llamadas 'malsonantes'. Pues bien, encontró en nuestra literatura más de 2 mil formas distintas de mencionar el órgano sexual masculino", añade el analista. Además, explica, la dificultad añadida que se encuentra en el uso de las palabras malsonantes tiene que ver con "matices, entonación, de gesto y de contexto. Por eso, para hablar con tacos y no tener problemas, conviene que sea en un entorno de confianza, no hacerlo por escrito y tener precaución con los equívocos si hablas con alguien del otro sexo". Por otro lado, cuenta Ignacio Varela, están los insultos inequívocos donde hay algunos que podrían catalogarse como un "vocablo realmente difícil de definir pero es insustituible por su precisión para designar a ciertas personas".
Para finalizar, el sospechoso declara: "reivindico los tacos españoles pero pido que se les trate con el máximo respeto inhibiendo la dosis porque son al idioma como la sal a la comida, si la quitas del todo queda soso pero si se excede sabe a rayos".