Durante el informativo de la televisión más visto en Rusia una mujer apareció tras la presentadora con un cartel en contra de la guerra. La cosa duró apenas 30 segundos, pero lo vieron en directo millones de personas en Rusia y en todo el mundo.
La periodista grabó un vídeo en el que terminaba diciendo que "ni la próximas diez generaciones podrán limpiar la vergüenza de esta guerra fraticida". De momento solo ha recibido una multa pero todo el mundo es consciente de que si permanece en Rusia su vida pende de un hilo.
En Occidente la hemos tratado como una heroína de la libertad. Su gesto y su vídeo son lo más reproducido en Internet en muchos años, Macron le ofreció protección consular y asilo, todas las grandes cadenas de televisión la han buscado para entrevistarla.
Pero no ha sido recibido de igual manera en Ucrania. Zelenski agradeció el gesto, pero los ucranianos, en general, lo han recibido con indiferencia y hasta con desprecio. La reacción en las redes ha sido más bien hostil y algunos sospechan que podría ser una maniobra propagandística de Rusia, de ahí la levedad de la pena.
Esto muestra la enorme diferencia entre la forma en que miramos esta guerra los occidentales y la forma en la que la miran y lo viven los ucranianos.