Sabino Méndez ha contado cómo se valoraba la cultura hace unos años ''eras joven te dabas cuenta de cuántas cosas no sabías y te ponías a la tarea de formarte''. Aquello que ha querido llamar ''hacerse con una cultura'' suponía ascender socialmente y mejorar las condiciones en las que uno vivía. Por eso, destaca, los padres del final del franquismo estaban obsesionados con que sus hijos tuvieran estudios universitarios.
Para el sospechoso de domingo hoy en día el modelo ha cambiado ''el prestigio que proporcionaba la cultura se ha visto sustituido por la fama que otorgan las redes sociales''. Afirma que la notoriedad es percibida ahora como la manera de ascender socialmente y se consigue exhibiendo nuestras vidas.
El colaborador de Por Fin No Es Lunes opina que hacerse con una cultura se ha quedado desplazado, pero no obsoleto. Porque muchas personas siguen preocupadas en formarse para ensanchar sus vidas, el problema es que ''aspiramos a que la gente sea cada día más culta, pero no les dejamos el tiempo, con la urgencias del mundo moderno, para cultivarse''.