Todos tenemos una ideología, es decir un conjunto de ideas básicas sobre la vida que nos sirven para orientar nuestras decisiones. Seguramente, existen tantas ideologías como personas, pero para entendernos y para simplificar las relaciones solemos reducirlas a, como mucho, cuatro o cinco tendencias generales.
Ahora bien ¿Qué pasa cuando esas ideologías se salen de madre y se convierten en la lente a través de la que miramos todas las cosas?
¿Y cuando es la propia sociedad la que nos empuja a mirar así las cosas?
La posibilidad de que eso esté sucediendo ahora en nuestro país es lo que hoy ha sometido a examen nuestro sospechoso de domingo, el compositor y escritor Sabino Méndez.