Nuestro sospechoso habitual, Sabino Méndez, se pregunta por qué nos cuesta tanto rectificar a las personas cuando nos hemos equivocado, tanto en nuestros comportamientos como en nuestras opiniones cuando puedan ser equivocadas. Se dice que rectificar es de sabios, pero todavía está por ver el día en que, en una tertulia de televisión, alguien cambie de opinión y rectifique por estar equivocado. Ese día, sin duda, quedaremos todos sorprendidos. "Es muy raro encontrarte con gente que cuando se equivoca rectifique y lo reconozca".
Lo habitual, lo que encontramos normal, es encastillarse uno en las propias opiniones. ¿Pero es normal de verdad? ¿Por qué nos cuesta tanto rectificar a los humanos? Esas son las preguntas que se hace Sabino hoy. "El ser humano es la gran contradicción y precisamente por ella se caracteriza. Esa es mi opinión, pero estoy dispuesto a rectificarla".