Tan solo una quinta parte de los 250 hombres que acudieron a la expedición liderada por Magallanes a Las Américas volvieron vivos a España. Parte de esta gran reducción en los tripulantes se debió a enfermedades ocasionadas por poca higiene o por medicamentos inservibles compuestos de opio y carne de víbora hembra no preñada. Estas son algunas de las declaraciones que los farmacéuticos Cecilio Benegas y Antonio Ramos han dado para 'Por Fin No Es Lunes'.
Ambos han recopilado documentos de la expedición de Magallanes en la Nao Victoria. La única nave superviviente, que trajo 60.000 kilos de especias, amortizó el viaje con una cantidad de muertes superior a la mitad de los tripulantes debido a la falta de inversión en medicinas, de tan solo un 0,15% del presupuesto total.
"Las especias eran un lujo en aquella época, de hecho se decía de una persona rica que era una ‘bolsa de pimienta’" nos cuenta Benegas, un lujo proveniente de Oriente que venía a enriquecer una pobre dieta occidental basada en gachas de cereal o maíz y migas. A través de las especias se descubrió su poder conservante en productos perecederos como la carne y algunas medicinas.
Dentro de la documentación de la expedición, Ramos y Benegas han realizado una amplia lista de 60 medicamentos de la época, de entre los cuales nos han llamado la atención el uso del opio, que realmente sólo proporcionaba una sensación placentera sin ningún efecto curativo, o el 'atutía', un remedio para enfermedades oculares creado con óxido de cinc que creó la popular expresión "no hay tu tía", es decir "no hay remedio".
El equilibrio de los humores, término empleado para explicar la causa de las enfermedades, era una preocupación muy frecuente en la época, ya que se pensaba que el cuerpo humano estaba compuesto por cuatro humores, y si alguno de ellos se desequilibraba, había que sacarlo fuera. Por ello eran frecuentes las sangrías purgantes o edemas de hierro.