BÚNKERES EN ESPAÑA

¿Cuántos búnkeres hay en España?

En nuestro país hay en torno a 400 bunkers privados y tan solo son 4 públicos los que cuentan con todas las medidas de seguridad ante un ataque nuclear

Blanca Lara

Málaga |

El conflicto bélico entre Ucrania y Rusia continúa. Después de más de 1000 días la tensión entre Rusia y Occidente sigue aumentando. El Gobierno ucraniano advertía hace unos días de que Rusia había lanzado un ataque con misil intercontinental. El Gobierno presidido por Vladimir Putin reconocía el ataque, sin carga nuclear, asegurando que estaba probando un hipersónico nuevo. Un panorama internacional complicado y del que Europa está tomando nota.

Ante esta realidad Finlandia, Suiza y Noruega ya han comenzado a distribuir manuales de guerra a sus ciudadanos. En ese libro amarillo se recoge la importancia de los búnkeres. En nuestro país hay en torno a 400 bunkers privados y tan solo son 4 públicos los que cuentan con todas las medidas de seguridad ante un ataque nuclear, entre ellos el diseñado en el Palacio de La Moncloa con una superficie de más de 7.000 metros cuadrados y tres niveles de profundidad.

Solo en Helsinki hay 50 de estos refugios públicos y unos 500 sótanos en domicilios privados, mientras que en España hay algo más de 400. Según nos ha explicado Miguel Ferrero, socio de Astroland, la diferencia en la cantidad se debe principalmente a la situación geográfica de ambos países y a la forma de ser de sus ciudadanos.

Tras el 11S la demanda de bunker en España creció un 40%, también lo hizo después la pandemia del COVID-19. Ante los diferentes conflictos bélicos se vuelve a producir ese aumento. Los ciudadanos que optan por la construcción de búnkeres hacen una inversión de en torno a 130.000 euros. En el caso de catástrofe esta infraestructura permitirá a los dueños una estancia mínima de 3 meses y máxima de un año, contarán con agua potable, comida y electricidad.

SEGUNDA VIDA A LOS BÚNKERES

En China tras tres décadas de abandono, centenares de búnkeres de guerra han sido transformados para ser reutilizados como bodegas, restaurantes, almacenes o incluso salas de juegos para niños.

En Alemania muchos de los 2.000 búnkeres construidos durante la II Guerra Mundial y la Guerra Fría han sido renovados con distintos fines, desde viviendas hasta museos o rocódromos