La Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2050, aproximadamente, el 50% de la población mundial será miope, es decir, tendrá miopía. Una afección en la vista que dificulta la visión de lejos.
En una sociedad caracterizada por el uso de las nuevas tecnologías y de las pantallas a diario, los problemas oculares son cada vez más frecuentes. En 'Por fin' hablamos con dos expertas en la materia sobre cómo está afectando este problema creciente en la sociedad actual.
"Las estimaciones, haciendo un análisis estadístico desde 2016 hasta hoy, nos dicen que en 2030 podríamos tener un 30% de menores miopes si seguimos con los estilos de vida que tenemos actualmente", señala Cristina Álvarez Peregrina, profesora investigadora del Departamento de Optometría y Visión en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
La investigadora ha llegado a esta conclusión después de analizar, junto a otro miembro, la visión de más de 15.000 niños. "Por desgracia los datos son ciertos y, si seguimos así, se cumplirán también en España", detalla.
De acuerdo con Álvarez, la prevalencia de miopía es diferente en todo el mundo. Sin embargo, los datos apuntan a que Asia es el lugar donde más hay. "Hemos obtenido una prevalencia de miopía de en torno al 19% en niños de entre 5 y 7 años" en España. "El uso de los dispositivos móviles es uno de los principales problemas, pero el fundamental es que los niños no pasan el suficiente tiempo al aire libre", añade.
Resulta evidente que ambos factores van de la mano. Los niños actualmente pasan menos tiempo al aire libre entre otras razones porque usan más las pantallas. "Necesitamos que los niños estén al aire libre por lo menos dos horas al día después del colegio. Ayuda a prevenir la miopía o, por lo menos, la retrasa".
Formas de prevención
Hay dos formas de acabar siendo miope: el factor genético y el estilo de vida. "Hay factores que no se pueden modificar, como la genética", apunta Álvarez.
Una persona que tenga un perfil genético de ser miope tiene 40 veces más probabilidades de serlo
Aun así, prevenir la miopía es posible empleando una serie de medidas como "limitar el uso de dispositivos móviles después del colegio, mantener una distancia adecuada o exponerse a la luz solar", apunta la experta.
Lentes de control de miopía: qué son y cómo funcionan
Mercedes Rivera Zori es doctora en Medicina y médico adjunto de Oftalmología en el Hospital Niño Jesús. Nos ha hablado de un ensayo en marcha sobre lentes de contacto blandas que sirven para controlar la miopía en niños.
Con estas lentes de contacto, según apunta la doctora, lo que pretenden es que el niño que participe en el estudio y tenga una diagnóstico inicial de una dioptría, cuando acabe el periodo del estudio siga teniendo ese diagnóstico. El objetivo es que no aumente ni empeore.
"Este tipo de lentes de contacto de control de miopía lo que hacen es limitar el crecimiento del ojo", destaca. ¿Cómo lo hacen? "La lentilla lleva en el centro la graduación del niño, pero en la periferia de la lentilla, para no estimular el crecimiento del ojo, lleva menor graduación".
De esta manera, según señala Rivera, se evitaría que el ojo siga creciendo y, en consecuencia, el aumento de dioptrías.
