Este martes llega la segunda temporada de 'Batalla de restaurantes' a 'La Sexta', un programa en el que Alberto Chicote y todo el equipo han visitado diez localidades para descubrir cuáles son los restaurantes más destacados de cada región y conocer cuál es el mejor en la preparación de su plato típico.
Con 40 restaurantes visitados y numerosas degustaciones, 'Batalla de restaurantes' dará un premio de 10.000 euros al ganador del programa.
"Los momentos antes del estreno son muy emocionantes, llega la hora de plasmar todo el trabajo", cuenta Chicote. "Una de las grandes virtudes que tiene viajar es conocer a muchos compañeros y a gente que está batallando para salir adelante" con sus negocios, explica.
En este programa, que no solo se basa en competir y buscar cuál es el mejor restaurante, Chicote asegura que "se valora todo lo que valoraría un cliente" en el momento de ir al restaurante. "Para todos los que tenemos uno, nuestro restaurante es lo más bonito del mundo. Diría que el 100% de los establecimientos que visitamos pertenecen a gente que siempre ha querido montar uno".
Para todos los que tenemos uno, nuestro restaurante es lo más bonito del mundo
En este contexto, Chicote asegura que no es fácil cuando alguien va a tu local a hacer cualquier tipo de crítica. "Que alguien te diga que tus sillas son incómodas o cualquier otra cosa molesta. Por eso siempre intento ponerme en la piel de los concursantes".
Intento ponerme en la piel de los concursantes
Opinión vs. valoración
El mundo de la cocina ha sufrido diversos cambios respecto hace décadas. Con la llegada de las redes sociales y los creadores de contenido, cualquiera puede trabajar con información (sea falsa o veraz).
"Alguien que se dedica a juzgar sin tener una formación específica previa me parece que es un sinsentido", explica Alberto Chicote.
"Ahora el concepto de opinión se ha puesto por delante de todo. Cualquiera puede opinar de lo que le parezca, pero en realidad a veces se está valorando y para eso hay que tener un criterio formado".
Las únicas valoraciones que teníamos los restaurantes eran las de los críticos gastronómicos
Cuando no había redes sociales, cuenta Chicote, "las únicas valoraciones que teníamos los restaurantes eran las de los críticos gastronómicos". Estas personas "conocían perfectamente el producto porque se pasaban media vida pagando por lo que comían", por lo que el "criterio era siempre formado y ahora eso se ha perdido".