Es una historia que hace revivir uno de los episodios más duros de la historia reciente de España. Se trata de la primera mujer policía nacional en infiltrarse dentro de la organización terrorista ETA. Tan solo tenía 20 años cuando se hizo un hueco ahí dentro, tiempo en el que tuvo que dejar atrás todas sus relaciones personales para evitar sospechas y ganarse la confianza de la banda.
'La infiltrada' llega a la gran pantalla protagonizada por dos grandes actores españoles: Luis Tosar, invitado en 'Por fin' con Jaime Cantizano, y Carolina Yuste. "Me ha impactado porque no conocía la historia, no sabía que el único agente que había logrado infiltrar la Policía Nacional era una mujer", señala el actor al ser preguntado por las sensaciones que supone protagonizar una película que narra una historia como esta. "Es un guion fascinante".
El estreno de la película llega en un momento en el que la historia de ETA está más presente que nunca en el panorama político español al poder producirse una rebaja de la condena de decenas de presos etarras. Una sensibilidad que se extrapola a los guiones cinematográficos y a la gran pantalla. "El tema de ETA en cine es material ultrasensible", apunta Tosar. "Uno sabe que debe tener cuidado, sobre todo, con el momento en el que llega la promoción porque es cuando las sensibilidades empiezan a aflorar".
Adentrándose en la trama de la propia película, el actor ha destacado que se trata de un film que "habla de la lucha contra ETA desde el punto de vista totalmente policial", dejando entrever al mismo tiempo "los ocho años que debieron ser de gran sufrimiento para la agente infiltrada".
'El inhumano'
El papel que interpreta Luis Tosar es el de un jefe policial al que le llamaban 'El inhumano'. Según cuenta después de haber hablado con el real, le llamaban así "porque despertaba a los agentes a horas intempestivas y era muy activo".
Para el actor, sin duda, lo más difícil de ponerse en la piel de este alto cargo de la policía ha sido intentar entender al personaje. "Es gente que siempre ha tenido que lidiar con el secretismo, el silencio, ni siquiera dentro de la propia policía se sabía muy bien en qué andaban para evitar filtraciones... Cuentan las cosas de una manera muy críptica", señala Tosar. "Tenemos que ir desgranando como se puede cuáles eran las razones emocionales" que caracterizan al personaje para hacer la película.
Aránzazu, así se llama en la realidad la agente infiltrada, "desde el primer momento demuestra la ambición de querer estar en primera fila cuando llegase el final de ETA", detalla. "Su objetivo era ver el final de la banda y para ello se desprendió completamente de sus seres queridos".
Durante los ocho años en los que estuvo infiltrada en la organización terrorista, alejada de toda su vida anterior, la agente es probable que "haya tenido altibajos emocionales muy duros", los cuales tuvo que afrontar sola.