En su familia nadie se dedicó al mundo artístico, pero él siempre tuvo claro -desde que era un niño- que lo suyo era la interpretación. José Luis Gil comenzó como actor de reparto haciendo obras clásicas, hasta que a los 16 años se instaló en Madrid. Trabajó en diversas compañías y se convirtió en un habitual de los doblajes en la radio y en la televisión. Desde entonces no ha parado. La lista de trabajos en los que ha participado -dando muestra de su talento y su versatilidad- es interminable. El teatro, el cine y la televisión han sido su vida. Sin embargo, en noviembre de 2021 su carrera profesional se paralizó de golpe. Sufrió un ictus isquémico. Tres años después, todavía sigue recuperándose de las secuelas. Su hija Irene Gil se ha convertido, en este tiempo, en la portavoz oficial de la familia y es la que ha informado a través de las redes sociales del estado de salud de su padre.
“Él no está bien, si no yo no estaría hablando. Es muy duro hablar del tema. Que físicamente tenga buena apariencia no quiere decir que esté bien. Él tiene una afasia mixta y comunicarse con él es un problema. Imagínate lo que es para una persona que lleva desde los 12 años siendo actor no poder comunicarse", ha señalado Irene Gil en Por Fin.
Recientemente Irene ha publicado un fotografía con su padre sosteniendo un trofeo de la Fundación Vivir Dos Veces. Esta entidad ayuda a los pacientes con daño cerebral adquirido y a sus familias:“Su labor y su acompañamiento en esta segunda vida es muy importante, nos ha ayudado a tomar decisiones", explica Gil.
Irene ha contado en Por Fin que a menudo recibe mensajes de seguidores que le muestran su apoyo y que se interesan por la situación por la que está atravesando: "La gente quiere saber y yo lo entiendo. Yo le decía a mi familia, el público lo quiere y hay que decir algo. Yo también soy fan de otros personajes. A la gente hay que contarle algo".