Nos trasladamos al inicio de los años 40, España, nuestro país está saliendo de la Guerra Civil. Las cenizas todavía están calientes y en el cuerpo está interiorizado el miedo ante la posibilidad de participar en la Segunda Guerra Mundial. España cierra sus fronteras, pero los productos siguen entrando…
¿Estraperlistas, matuteras, recoveras…? "Estamos hablando de una época con hambre extremo, con enfermedades que vuelven a aparecer... Fueron mujeres que actuaron por necesidad hasta 1952", explica Gloria Román, doctora en Historia Contemporánea por la Universidad de Granada especializada en investigar el rastro del hambre en la primera posguerra y de su contrapartida, el mercado negro.
En ese momento, finalizada la guerra, hay grandes contrabandistas, personas que acaparaban y distribuían grandes cantidades de trigo o aceite, pero también había pequeños grupos del estraperlo. Entre la sierra de Málaga y Cádiz se creó una senda que hoy se denomina la Ruta de las Recoveras… Recoveras o Matuteras es el término que se utiliza para nombrar a las mujeres que iban hasta La Línea para hacer negocio.
Una de esas mujeres fue Gertrudis. En Por Fin hemos hablado con su hija Rosa Romero, y su nieta, Ana Mora. 49km de camino para alcanzar la localidad gaditana, de noche, sorteando árboles, piedras, malezas… "Mi hermano se quedaba con mi abuela y nosotras dos solas en casa mientras mi madre iba a La Línea", explica Romero.
Ana Mora, nieta de Gertrudis, comenzó escribiendo la historia de estas mujeres porque "son el fiel reflejo de la fuerza, valentía y el amor". Tras escribir 'Mujeres de ojos grandes', decidió comenzar con la Ruta de las Recoveras. "De rehacer ese camino me quedo con la emoción que viví al hacerlo. Vimos los cortijos por los que ellas pasaban... hemos hecho ya 7 ediciones. El pasado año vivieron 100 personas de Cataluña para hacer el último tramo de la ruta de las Recoveras".