Igual que muchos otros jóvenes apasionados de los coches, Juan Manuel Correa soñaba con ser piloto de Fórmula 1 y no estaba lejos de su meta soñada, pues ya era piloto de Fórmula 2. Sin embargo, el día 31 de agosto del 2019, durante el gran premio de Bélgica de Fórmula 2, tuvo un gravísimo accidente en el que impactó contra el coche de su compañero y amigo Anthoine Hubert. Por desgracia, Anthoine falleció en el acto y Juan Manuel sufrió graves heridas especialmente en las más piernas. Tras estar en coma inducido y después de 20 operaciones, Juan Manuel ha vuelto a hacer lo que más le gusta: correr en monoplazas y sentir el riesgo y la adrenalina de la velocidad.
Este fin de semana ha participado en el campeonato de Fórmula 3 en el que ha ofrecido "una remontada decente en un fin de semana complicado debido a la mala clasificación", dice Juan Manuel. De todas formas, el piloto explica que esta temporada es un año de transición y calma, pues continúa con la rehabilitación e incluso sus médicos no le recomiendan volver a las carreras. "Mi plan es seguir mejorando y dar pequeños pasos cada fin de semana", aclara.
Juan Manuel cuenta que tras el accidente los médicos le aconsejaron amputarle la pierna derecha. Él, por el contrario, intentó por todos los medios salvar su pierna y así fue. Sin embargo, el periodo de rehabilitación fue tan doloroso, mucho peor de lo que se imaginaba, que "si me pasase de nuevo optaría por amputarme la pierna", sostiene.