Aitor Cantalapiedra fue uno de los protagonistas del pasado fin de semana en la final de la Copa de Grecia entre el Panathinaikos y el PAOK de Salónica. El partido tuvo de todo. El árbitro, Mateu Lahoz, mandó hasta dos veces a los jugadores a vestuarios por culpa de pedradas, lanzamiento de objetos desde las gradas y tanganas entre jugadores. Finalmente, el Panathinaikos se impuso por 1-0 con gol del futbolista español que fue el MVP del partido.
Cantalapiedra ha pasado este miércoles por los micrófonos de Radioestadio Noche para contar cómo fue un partido que "parecía una película, fue un poco surrealista". Ya antes del pitido inicial, Mateu Lahoz mandó ambos equipos a vestuarios por la presencia de gases lacrimógenos en las gradas. Cantalapiedra cuenta cómo "no se podía respirar, tenía compañeros que se estaban ahogando. No se podía estar ahí".
Una vez se pudo comenzar a jugar, se produjo un penalti a favor del Panathinaikos que el propio Cantalapiedra transformó. En la celebración del gol desde la grada le lanzaron una piedra, que obligó a parar el partido otra vez. "Le dije a mi agente que si marcaba lo celebraría como Deulofeu y me acusaron de que me había tocado los huevos hacia la afición rival. Eso no se me ocurriría a nunca hacerlo".
Desde la grada empezaron a caer objetos y el futbolista español cuenta cómo sus compañeros intentaron apartarle. "No sé cómo vi un objeto venir y puse la mano pensando que era una botella o algo similar. Cuando impactó noté un fuerte golpe y que mi dedo se quedaba bloqueado. Me miré y tenía un agujero con sangre, pensé que me había roto la mano", explica.
Por suerte, todo quedó en un susto por el impacto y pudo continuar jugando con un vendaje. Cantalapiedra ha publicado este miércoles un comunicado en sus redes sociales explicando su celebración.