Un nuevo conflicto federativo ha sacudido este lunes el deporte español. El presidente de la Real Federación Hípica Española (RFHE), Javier Revuelta, ha cesado a los dos responsables del equipo de Salto, Alberto Honrubia y Carolo López-Quesada, que no han tardado en responder emitiendo una carta abierta cargando duramente tanto contra el Presidente como contra la Federación.
"La felonía con la que usted ha dirigido la hípica española ha sido de dimensiones aterradoras primando única y exclusivamente sus intereses espurios para optar de nuevo a la presidencia de la Federación", llegan ambos técnicos a decir en su carta. Denuncian que "su gestión ha sido denigrante", que Revuelta "se ha rodeado de palmeros y amparadores", y que "la manipulación ha sido su moneda común".
Por si fuera poco, los jinetes Sergio Álvarez Moya e Ismael García Roque, dos de los representantes del equipo español en los Juegos Olímpicos de París 2024, han renunciado a seguir en el equipo de Salto hasta que resuelvan todos estos conflictos federativos.
"Llevamos dos meses con mucho problema interno y en ningún momento la Federación ha entrado a defender a los jinetes que fuimos a París a defender los intereses del equipo español (...) Se meten ahora, a toro pasado, y porque les están tocando lo que realmente le interesa y a los jinetes que forman parte del círculo político que a ellos les interesa", lamenta Álvarez Moya en 'Radioestadio Noche'.
El jinete avilesino denuncia que "el conflicto de intereses que hay en la Federación es enorme. Hay personas que son organizadoras de concurso e, incluso, jinetes que forman parte de la Junta Directiva de la Federación y otros forman parte de la Comisión. Ellos se organizan las cosas como quieren, se protegen los unos a los otros y se dan cobijo, y lo más importante que es el deporte y la transparencia quedan a un lado".
Álvarez Moya señala directamente a su compañero en el equipo olímpico Armando Trapote y a su esposa, también amazona, Teresa Blázquez, que, según explica, utilizó su peso dentro de la RFHE para presionar al seleccionador, Carolo López-Quesada, cuando se conocieron internamente los nombres de los jinetes que representarían a España en París 2024. "Todo el mundo dentro de la hípica lo sabía y no hubo respuesta alguna por parte de la Federación, ni hubo expediente disciplinario. No pasó absolutamente nada".
Álvarez Moya afirma que tras conocer esta situación tuvo una conversación telefónica con Trapote al que preguntó directamente si le parecía lícito y deportivo su comportamiento y actitud, y que su respuesta "deja en evidencia exactamente todo lo que está pasando".
Explica en 'Radioestadio Noche' que tras esta llamada telefónica acudió a Revuelta, pero lamenta que la comunicación con el presidente fue "nula" y que "no se protegió al equipo que fue a París a saltar". "La pregunta de si le interesaba más el tema político o los Juegos Olímpicos creo que no hace falta ni contestarla", explica a la vez que denuncia amenazas al seleccionador.
"No es sano que una federación tenga en su Junta Directiva a personas que tienen su propia competición y su negocio. Son muchos millones de euros al año los que están en juego", explica un Álvarez Moya que asegura que Revuelta quiere llegar a ser presidente del Comité Olímpico Español (COE). "Es mi opinión personal y la gente que está a su alrededor y amigos comunes opinan lo mismo".
"Lo único que quiero es que el deporte sea limpio, que se vea fuera de todas estas cosas y que a la hípica española no se le manche el nombre", concluye.