Jaume Costa habla en Radioestadio noche del buen ambiente que viven este año en el vestuario, liderados por su entrenador, Javier Aguirre: "El año pasado venía a meter caña, a salvar al grupo. Este principio de temporada hay más tranquilidad y armonía. Se agradece su alegría, yo estoy encantado. Tenemos gracias con él, de vez en cuando le vacilamos. Mi educación me hace respetar a las personas mayores... es broma míster. Pero hay muy buen rollo".
Y este fin de semana tienen un reto muy importante; "Estos partidos son muy importantes de cara a la gente que nos ve. Darles una victoria sería una gran alegría para ellos". Confiesa que la ayuda de un coach le hizo crecer mucho: "Una época en Villarreal lo pasé un poco mal y tuve la suerte de encontrar un coach, Juan Bernat, que me ayudó muchísimo a controlar mis nervios, mis rutinas, automatismos fuera del campo. Esos años me hicieron crecer como futbolista y como persona".
Señala que lo que pasó en el Bernabéu con Vinicius se magnifica mucho: "Lo que se manifiesta fuera muchas veces no tiene nada que ver con lo de dentro. Lo que pasó en ese partido ha pasado en miles de millones de partidos. Se magnificó por A o por B. Hubo acciones en las que le hicimos falta y estaba cabreado. Yo hablé mucho con él, le dije que nos ve mucha gente y que tenemos que ser ejemplo. Eres un ejemplo como futbolista, de saber mejorar, lo ha hecho a pasos agigantados. Hoy en día cualquier persona pone un tweet y se magnifica depende de la persona que sea".
"Recuerdo una anécdota con Messi ¿Cómo le paras? Le intentaba no darse la vuelta y sino hacerle falta. Una vez le di sin querer con el hombro y me pegó una bronca... Eso me cohibió, pero hay que darle la importancia que tiene", añade.
Explica que el campo de fútbol transforma su carácter: "Mi carácter en el campo es ser agresivo. Soy pequeñito y si no jugase mis armas no estaría en primera. Muchos rivales se han vuelto amigos dentro del fútbol. Con Raúl García he tenido miles dentro del terreno de juego pero luego es una excelente persona y nos llevamos muy bien".
Raíllo comentó que el juego del equipo aburría: "Yo veo un equipo compacto, aguerrido que conoce sus automatismos. Entiendo lo que dice el capitán".