Jorge Molina ha sido protagonista este miércoles en Granada tras anunciar su retirada como futbolista profesional. El alicantino deja el fútbol tras más de 600 partidos como profesional y 240 goles en equipos como Elche, Betis, Getafe o Granada.
Cuenta que la decisión ha sido meditada tras la grave lesión de rodilla que sufrió el pasado mes de marzo, cuando se rompió el ligamento cruzado en un partido en el Nuevo Los Cármenes ante la Ponferradina. "Si no hubiera sido por la lesión no tengo duda de que habría seguido", reconoce.
A los 41 años y desde que debutara en 2001, le ha dado tiempo a vivir de todo en el mundo del fútbol. No se moja con el mejor momento de su carrera, aunque pone en valor los ascensos, y ubica el penalti fallado en el Granada - Espanyol de la temporada 21/22 como "el momento más cruel de mi carrera".
Durante seis años formó una dupla histórica en el Betis junto a Rubén Castro, uno de sus mejores amigos en el mundo del fútbol y que aún sigue marcando goles en Segunda División. Sobre el canario ha dicho que "puede estar jugando y marcando goles hasta que a él le apetezca".