5 años y medio han pasado para que se haga justicia sobre lo que tuvo que vivir Carme Coma. Fue el 24 de abril de 2019, justo antes de empezar un encuentro de Primera División que enfrentaba al Espanyol y al Celta de Vigo, cuando Hugo Mallo, jugador del Celta, saludaba al equipo rival y al final de la fila esperaban las dos mascotas del RCD Espanyol. La mujer, disfrazada de periquita, denunció que el jugador le metió la mano por debajo del disfraz tocándole los pechos y haciendo movimientos.
Apenas cinco meses después de los hechos, el 25 de septiembre de 2019, el juzgado de Primera Instancia número 2 de Cornellá acordó el sobreseimiento provisional de la causa. En mayo de 2021 la sección 9ª de la Audiencia Provisional de Barcelona revocó íntegramente el auto del juzgado de Cornellá ya que la jueza aprecia que en las imágenes televisivas el saludo de Hugo Mallo a la 'mascota femenina' dura más tiempo que el resto de saludos.
Hoy, 12 de septiembre de 2024, se ha conocido la sentencia del juzgado de los Penal número 19 de Barcelona en la que Hugo Mallo es condenado por abuso sexual a Carme Coma, que se ha pasado este jueves por los micrófonos de Radioestadio Noche para romper su silencio: "Llevo 5 años con presión, vergüenza y miedo a que se supiera mi identidad porque soy una persona anónima. Estoy satisfecha porque por fin el juez ha acreditado que lo que a mí me pasó es veraz (...) Se ha hecho justicia".
El pasado 1 de febrero, Radioestadio Noche tuvo acceso en exclusiva a una nueva imagen del supuesto abuso de Hugo Mallo a la mujer disfrazada de 'Periquita', unas imágenes que han ayudado a llegar a la sentencia final: "Se que ese vídeo fue fundamental para la defensa. Aún delante de 20.000 personas y de cámaras, la gente dudaba de lo que había pasado".
Durante este tiempo Carme no ha querido desvelar su identidad ni salir a la luz: "Llevo 5 años callada con medios detrás de mí para que hablara y no lo he hecho por respeto a mí y al proceso judicial pero ahora que se sabe la sentencia me pregunto ¿por qué me tengo que callar? ¿Por qué me tengo que esconder? Yo no he hecho nada malo".
"Yo cuando pienso en esto e iba al colegio siempre he visto este tipo de gestos como la típica gracieta de patio de colegio. Pero todo este tipo de actos se tiene que ir erradicando porque supone una agresión a otra persona. Si con esta sentencia todos esos niños se piensan si hacerlo porque van a tener consecuencias, con eso me quedo tranquila", asegura.
Coma agradece al RCD Espanyol porque desde el primer momento le dieron asistencia legal y apoyo: "Tenía muy claro que quería denunciar y lo hice el día después. Sentía ira, asco...". "Esto es duro para mí, me viene incluso grande porque yo tengo una vida normal", concluye.
Finalmente el jugador ha sido condenado a una sanción económica de 10 euros durante 20 meses, una pena mínima (18 meses) «al no haber acontecido un acto de constricción o arrepentimiento del acusado hacia la víctima». Hugo Mallo, actualmente en la disciplina del Aris de Salónica, ha anunciado que recurrirá la sentencia.