El próximo lunes se celebrarán las elecciones a la presidencia de la RFEF, en las que el presidente de la Federación Gallega, Rafael Louzán, es el principal favorito a suceder a Pedro Rocha como máximo mandatario del fútbol español. Tras haber logrado más avales que ninguno de los otros candidatos, muchos le dan ya por ganador, aunque él prefiere no lanzar aún las campanas al vuelo. "Tenemos los avales. Son compromisos, pero hay que dejar a la gente su tiempo de reflexión", explica en Radioestadio Noche.
"Venimos para hacer, no para estar", explica un Louzán que presume de gestión en Galicia y asegura que pretende llegar a la RFEF para pacificar el ambiente tan tenso que se ha vivido en los últimos años. "En Galicia hemos contribuido a modernizar aquello y aquí hemos intentado pacificar el fútbol, consensuar con todo el mundo. Creo que era lo que había que hacer, hay que entenderse y saber escuchar", cuenta.
El gran pero de la candidatura de Louzán es la inhabilitación que pesa sobre él por una condena por prevaricación, pero el candidato se muestra tranquilo ya que está recurrida y "es un tema de interpretación administrativa". "Tengo fe y confianza en la Justicia", explica seguro de que no supondrá ningún problema.
Louzán es, además, un candidato muy cercano a Pedro Rocha, hacia el que se deshace en elogios y afirma que hay que agradecerle "el momento de paz" que se vive en la RFEF. "Pedro Rocha era el mejor candidato, sin duda. Me dijo que si él no estaba debería ser yo el que asumiera esa responsabilidad".
"Llevamos un año y medio de tranquilidad y entendimiento con los actores del fútbol: LFP, Liga F, sindicatos...", destaca un Louzán que asegura que no tardará en llegar a un acuerdo económico con Luis de la Fuente para renovar su contrato como seleccionador y valora positivamente el trabajo de Medina Cantalejo y Montse Tomé al frente del CTA y de la selección femenina.