Valentina Berr, jugadora trans del Europa, ha comunicado en sus redes sociales la decisión de colgar las botas a los 29 años: "Llevo 4 años sufriendo el odio y la violencia estructural contra las mujeres trans por parte de instituciones, medios de comunicación y también de mucha gente que se dedica a acosar a personas que se salen de la norma".
En Radioestadio noche reconoce que no ha habido gota que haya colmado el vaso sino que es algo continuado: "No ha habido gota que ha colmado el vaso. Son tsunamis. Durante cuatro años jugando ha sido de manera continuada. Cuando jugamos el último partido ante el Atlético Baleares sentí pánico de seguir formando parte de esto y es una señal de que algo no funcionaba".
"Yo ya sufría violencia antes de jugar al fútbol y cuando me metí sabía que me metía en uno de los focos de violencia trans. Era una manera de conectar con mi infancia pero la realidad ha sido otra", revela y lamenta que personas que no le conocen se hayan cebado de esa manera con ella: "El acoso en redes ha sido masivo sin ser yo nadie. Por el hecho de ser mujer trans el acoso es enorme. Agresiones en la calle o que me consideren enferma".
Se ha incluso llegado a decir que es un hombre que se hacía pasar por mujer para abusar sexualmente de sus compañeras, uno de los injustificados ataques que más le ha dolido.