La noticia deportiva del día tiene que ver con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea, que ha avalado la creación de competiciones deportivas al margen de la UEFA: esta noticia ha sido recibida por los defensores de la llamada Superliga como una confirmación de que esta competición podrá ponerse en marcha, sin que los clubes participantes se enfrenten a las sanciones de UEFA. Sin embargo, la sentencia del tribunal es algo más compleja, y no garantiza que la Superliga sea ya una realidad.
Juan de Dios Crespo, abogado experto en derecho deportivo, ha explicado en Radioestadio los aspectos más relevantes de esta decisión del Tribunal Europeo: en primer lugar, el abogado ha indicado que la disputa legal, por el momento, no ha sido ganada por nadie, y que tanto la UEFA como la Superliga se encuentran en "empate técnico".
¿Qué dice la sentencia?
El abogado ha explicado que esta sentencia no se refiere de manera concreta a la legitimidad de la Superliga, pues solo refleja que la creación de nuevas competiciones debe ser legal en la Unión Europea. La sentencia indica que las normas de la UEFA y la FIFA "tienen que ver poco con la libre competencia", tal y como explica el abogado deportivo.
Aspectos como la necesidad de una autorización de la UEFA y la FIFA antes de organizar una nueva competición, según la sentencia, violan el derecho de la Unión y sitúan a estos organismos en una posición dominante en el continente. "No se puede impedir que haya una competición distinta a las competiciones europeas de la UEFA", asevera el abogado.
Los futuros desafíos a los que se enfrenta la Superliga
Crespo afirma además que la sentencia avala que cualquier entidad puede crear su propia competición, pero que, al ponerse en marcha la Superliga, cualquier club o liga nacional puede denunciar de forma concreta a la Superliga, si considera que la competición no cumple con la normativa europea.
"Será otra batalla más", explica el abogado, que opina que la Superliga "tiene en su tejado el comenzar" a organizar la competición. Ahora, afirma Crespo, es el Tribunal Nº17 de Madrid, en el que la Superliga reclamó por primera vez, el que tiene que explicar a la entidad qué derechos tiene y de qué forma puede proceder.
Un continente en contra
Con todo, el abogado ha puesto sobre la mesa algunos aspectos que todavía están en el aire: se ha anunciado que la Superliga albergará 64 equipos agrupados en tres ligas diferentes. Sin embargo, las Ligas de varios países ya han manifestado su oposición a esta nueva competición: el Gobierno británico prohibirá a cualquier equipo jugar en la Premier League y en el resto de competiciones oficiales si acuden a torneos ajenos a la federación, y la Liga Italiana no aceptará ningún equipo que compita en ambas ligas. El presidente Macron, en Francia, también se ha mostrado en contra de permitir que los equipos jueguen en la Superliga. Debido a estos alineamientos, el abogado cree que la UEFA tiene una cierta "posición dominante" en la disputa.
¿Qué solución hay?
Crespo también se pregunta cómo se organizará esta liga, y cómo se decidirán las divisiones en las que jugará cada equipo: ¿qué criterios deportivos se van a seguir, si no hay históricos de esta liga de nueva creación? Al abogado le preocupa, además, que equipos como el Real Madrid o el Barça no puedan descender en esta competición, como sucede en la liga estadounidense. "Está todo muy nebuloso con la Superliga", declara el abogado.
Para el experto, lo lógico es que tanto la UEFA como los responsables de la Superliga se sienten a negociar para alcanzar una solución final al conflicto que beneficie a ambas partes.