Después de escribir sobre Mourinho, Messi, Ronaldo o Guardiola, entre otros, a Guillem Balagué le faltaba escribir sobre Maradona. Ahora, ha publicado 'Maradona: el pibe, el rebelde, el dios', editorial Planeta, donde hace un recorrido cronológico sobre la vida y anécdotas de Diego Armando Maradona.
Para escribir el libro, Guillem Balagué viajó hasta Villa Fiorito, Argentina, el hogar en el que creció la leyenda del fútbol. Allí, a menos de una hora de Buenos Aires, las calles no están asfaltadas, la gente va a caballo y los niños juegan sin zapatos. La pobreza extrema, la violencia y la inseguridad reinan en esa zona, a la que el autor viajó porque "había que pasar por todas las partes para entender por qué en Nápoles le adoran, por qué en Argentina le echan de menos siempre o por qué en Barcelona pasó desapercibido", explica.
Maradona, igual que muchas de las estrellas del fútbol, nació y creció en una familia pobre. En su caso, se convirtió en el padre de la familia a los 15 años cuando empezó a ganar dinero con el fútbol. Fue él quien sacó a toda su familia de Villa Fiorito, y eso le supuso la obligación de no defraudarles nunca. "Diego era una persona enferma con una personalidad adictiva", explica Guillem sobre sus adicciones.
Durante prácticamente toda su vida Maradona no dejó vivir al Diego que llevaba dentro; se agarraba a sus padres porque sabía que, si no, desaparecería la esperanza de ser aquel Diego de Villa Fiorito. Por ello, "en el momento en que murieron sus padres empezó una caída al infierno de la que no salió".
Maradona vivió siempre por delante de todos y fue el primero en muchas cosas; el primero en tener un preparador físico personal, jefe de prensa, un agente, en crear un sindicato de futbolistas, en decir que la UEFA y FIFA eran corruptas, etc.