El Barcelona volvía a jugar un partido de Champions en su feudo. Su casa suele intimidar al rival y motivar a los culés, pero este partido era diferente. Faltaba alguien, el que más enciende a esa afición con sus goles.
La baja de Leo Messi condicionaba un partido en el que el Barça se jugaba mucho. El tropiezo en la primera jornada contra la Roma le ‘obligaba’ a ganar para evitarse futuros problemas. La alternativa que escogió Luis Enrique fue Sandro, por lo que no cambió su 4-3-3 clásico.
Con los 22 protagonistas sobre el campo, sonó el majestuoso himno de la Champions, lo que puso a los aficionados en pie, intentando llevar a su equipo desde el minuto uno hacia la victoria.
A ganar sin Leo
Pitó el árbitro y se puso a rodar el balón estrellado. Pronto se llevó el primer susto el Barcelona con un mano a mano de Chicharito con Ter Stegen que detuvo el portero alemán. Intentó tomar el timón del encuentro y consiguió su primera ocasión.
Una internada de Neymar la transformó en un centro por alto para Rakitic, que cabeceó a las manos de Leno. No obstante, el partido no transmitía sensaciones positivas para el Barcelona, sobre todo defensivamente.
El Bayer Leverkusen se plantaba en el área culé con mucha facilidad. Tanto Chicharito como Bellarabi traían de cabeza al Barça y las alarmas saltaron en el Camp Nou. En un córner botado por Çalhanoglu, Papadopoulos se clavó en el área pequeña y cabeceó el balón hacia la portería.
El Camp Nou se quedó mudo
En un fallo colectivo del Barcelona en defensa, que dejó al central colarse hasta la cocina, el equipo de Luis Enrique se complicaba la vida. La buena noticia es que quedaba todo el partido por delante, la mala es que un empate tampoco era un gran resultado en casa.
La dolorosa derrota de la Roma contra el BATE quitaba peso al Barcelona, que en caso de perder, su derrota se notaría menos que en otras ocasiones. Eso sí, los culés no se iban a rendir así como así.
Neymar consiguió sacar un disparo desde la frontal del área que rebotó en la defensa alemana y que dio en el palo. El rechace lo recogió Sandro, que las tenía todas consigo para marcar, pero tiró donde más piernas había.
El Barça jugaba con fuego
Pese a las ráfagas del Barcelona, el Leverkusen daba más sensación de peligro con el balón. De hecho, Belarrabi tuvo una gran ocasión para hacer el 0-2. Se fue de Piqué con gran velocidad y dribling por la banda y Ter Stegen detuvo su fuerte disparo.
Sufrían los culés, que casi estaban pidiendo la hora para que llegase el descanso. La primera parte que completó el Barcelona fue mundana, sin Messi faltaba chispa arriba, ideas, intimidación que ni Suárez ni Neymar conseguían transmitir.
La cara con la que salieron en la segunda parte fue totalmente diferente. El Bayer salió más defensivo, intentando cazar al Barça en la contra, pero el Barcelona basó en la posesión su estrategia para la segunda parte.
La tuvieron Sandro y Neymar
Eso se materializó en dos ocasiones claras. La primera, de Sandro, que cruzó el balón con su pierna derecha y su disparo se marchó fuera por poco. Leno respiraba, pero avisaba a los suyos, el Barça estaba despertando.
Neymar fue el segundo en probar suerte. Cazó un rechace en el área con su pierna izquierda y su disparo se fue desviado a la derecha de la portería de Leno. Se aproximaba el Barça, pero de repente las alarmas saltaron.
Andrés Iniesta pidió el cambio en el minuto 60 por una lesión muscular, llevándose la mano al muslo derecho. Entró Jordi Alba en su lugar, el Camp Nou enmudeció, el fantasma de las lesiones sobrevolaba el feudo blaugrana.
El Barça despertó
La volvió a tener Neymar, esta vez de falta. Buscó la escuadra y su disparo se marchó a la izquierda de la portería del Leverkusen. El tiempo se le agotaba al Barcelona, que además no contaba con varias de sus piezas claves.
Hasta Piqué lo intentó de cabeza tras un pase medido de Rakitic, pero no había manera, el Leverkusen se cerró en su área para conseguir la victoria. Pero, de repente, el Barça despertó de su letargo.
Primero Sergi Roberto metió gol tras una jugada enrevesada en la que todo el Barça subió a atacar a la portería del Leverkusen. Le quedaba tiempo al Barça, tiempo para la remontada exprés.
Golazo de Luis Suárez
Luis Suárez, escondido todo el partido, se sacó un zapatazo espectacular que se coló por la escuadra de la portería alemana. Un golazo que valía tres puntos para el Barcelona, tres puntos sufridos y, por momentos, incluso inmerecidos, pero tres puntos de oro.
En ese momento, el partido se acabó, el Barcelona jugó a placer, con el Camp Nou volcado, ovacionando a un Messi ausente y alucinando con el golazo que había conseguido meter Luis Suárez.
Con este triunfo, el Barcelona se coloca líder en solitario de su grupo con cuatro puntos, gracias también a la sorprendente derrota de la Roma ante el BATE. Eso sí, el partido deja malas noticias en cuanto a las lesiones y en cuanto al juego.