El equipo de José Luis Mendilibar lo intentó de todas las maneras desde prácticamente el minuto 1 para tratar de no volver a fallar en su estadio tras la derrota del pasado fin de semana ante el Athletic.
Los armeros apretaron en busca del gol, pero se encontraron con el 0-1 de Lucas Boyé en el tramo final de la primera parte y en lo que uno de los pocos acercamientos franjiverdes.
En la segunda, no varió el guión y el Eibar continuó llevando el peso del partido en busca de un empate que no llegó, pese a que tuvo una magnífica ocasión en un penalti, que envió por encima del larguero Edu Expósito, y que podría haber evitado la tercera derrota seguida del conjunto vasco.